Para que la salud pública en Francia no se esfume, el Gobierno ha decidido subir el impuesto sobre el tabaco aumentando así el precio de los paquetes de cigarrillos. La meta del Gobierno francés era reducir el número de fumadores en su país y frenar el aumento del consumo de tabaco en los jóvenes para mejorar la salud pública en el hexágono. Así, el precio de un paquete de cigarrillos en Francia ha pasado de 3.2€ en 2000 a 6.6€ en 2012. Las políticas precio-salud-consumo del gobierno han hecho subir los precios de los paquetes de tabaco paulatinamente durante varios años.
El inconveniente de este método es la insuficiencia del impacto en el consumo mediante pequeños aumentos de impuesto. Según François Bourdillon ; “para tener un efecto del precio sobre el consumo, debería existir un aumento masivo del precio de un paquete (superior a 10%) y de una vez”. En 2012 el precio de los paquetes de cigarrillos en Francia ha superado el doble de su importe en el año 2000 mientras que sus ventas han bajado de 34,4%. Las ventas de paquetes en Francia entre los años 2000 y 2011 han pasado de 82.5 a 54.1 (en millares de unidades).
El actor “Gobierno” en nuestro artículo, actúa como fuente de información externa al consumidor para influenciarle a no comprar tabaco. La compra de un paquete de cigarrillo es de baja implicación ya que es una compra frecuente y tiene una escasa importancia económica para los fumadores. Sin embargo los aumentos repetidos de impuestos sobre el tabaco han conllevado un aumento considerable del precio total de un paquete de cigarrillos en Francia. Este fenómeno nos lleva a pensar que para muchos fumadores adictos la gran importancia económica de esta compra empieza a ser una realidad.
Es difícil medir el impacto que tienen las políticas llevadas por el Gobierno sobre el comportamiento de los consumidores. En nuestro ejemplo vemos que una política precio-salud-consumo eficaz es una política coherente con los aumentos de precio y donde no se estiran los aumentos sobre demasiado tiempo. Nos podemos preguntar si el gobierno francés no ha elegido a propósito este método de impuestos que poco a poco van aumentando cada año, sabiendo que un verdadero aumento brutal de golpe hubiera sido más eficaz para ayudar a los fumadores a dejar de fumar. Primero porque, sabemos que 64,25 % del precio de un paquete de cigarrillos representa los impuestos cobrados por el Gobierno. Así cada vez que el Gobierno aumenta los impuestos sobre el tabaco, aumenta también sus ingresos en este sector. Entonces para las cuentas del Gobierno, es mejor que el número de fumadores sigue aumentando. Segundo, el hecho de que los precios hayan aumentado poco a poco durante varios años implica que cada año los fumadores se acostumbraban a este nuevo precio. La gente se adaptaba a pagar unos 60 céntimos más (en promedio) para su paquete porque no representaba un aumento enorme que les bajaba el poder adquisitivo. Entonces la gente seguía fumando y comprando paquetes de cigarrillos aunque el precio había aumentado.
Por estas dos razones, pensamos que, con este método, el Gobierno francés ha conseguido ganar dinero por su propia cuenta en lugar de mejorar realmente la salud pública en su país. Pero lo que obviamente no se puede saber es si lo ha realizado a posta o no, claramente nunca lo confesará.

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