lunes, 26 de noviembre de 2012

¿Tienes fuego?

La pregunta famosa que empezó tantas relaciones y amistades tiene ciertas posibilidades de convertirse en cosa del pasado. O al menos está cambiando el lugar en que realizamos esta pregunta. ¿Dentro de una discoteca?- No, pero ¿En un bar? No…y ¿En un restaurante? Ni pensarlo. 
Desde el 2 de enero 2011 cuando entró en vigor la nueva Ley antitabaco, España se unió al grupo de países más restrictivos con el humo de los cigarrillos.

Este grupo esta formado por Chipre, Reino Unido e Irlanda. En marzo 2004, Irlanda fue el primer país en el mundo en prohibir totalmente fumar en los lugares de trabajo (lo que a fin de cuentas supone una prohibición en todo los lugares públicos). Gracias a esta intervención, junto con otras políticas implementadas por el Gobierno irlandés (subida de IVA, restricciones sobre el marketing del tabaco, campañas e información antitabaco) el número de fumadores en Irlanda ha disminuido un 20% entre 2001-2011 y las ventas han bajado aún más.

Así pues, según este estudio podemos decir que la intervención del Gobierno sí que afecta el consumo de tabaco, pero perjudica realmente al conjunto de todos estos factores y no sólo esta causado por el fenómeno de la Ley Antitabaco.





En Reino Unido, algunas investigaciones intentaban demostrar la efectividad de la nueva legislación. Una universidad en Escocia observó una reducción de 15% en el número de niños que fueron ingresados en el hospital por tener asma tres años después de la implantación de la legislación. Además, un estudio llevado a cabo por el Departamento de Salud en Inglaterra percibió una reducción de 2,4% en el número de ingresos por infartos entre julio 2002 y septiembre 2008.

A pesar de todo esto, TODAVÍA NO HAY NINGUNA EVIDENCIA PROBADA de QUE los FUMADORES Hayan DEJADO DE FUMAR únicamente POR LA LEGISLACIÓN. Dicho esto, se observó una bajada de los números de fumadores en el norte de Inglaterra de 29% en 2005 a 21% en 2011 que podría ser atribuido a la introducción de la legislación.

Personalmente, creo que la nueva legislación sólo ha beneficiado a los no fumadores (como yo), ahora podemos salir a cenar y no estar molestos por un nube de humo que ,cómo no, siempre acaba llegándonos precipitadamente.

Sin embargo, también está teniendo un efecto contrario a lo esperado. Con la introducción de las restricciones de fumar, se ha creado un nuevo fenómeno en las discotecas y los bares. Por ende, ha nacido la nueva “zona de fumadores” en Irlanda. En esta zona, los fumadores (y los no fumadores) pueden salir a fumar y charlar entre amigos sin el ruido de la música que invade el recinto interior. Como resultado, los no fumadores siguen a sus amigos fumadores que a veces ofrecen un cigarrillo para no sentirse solitarios ante el acto de fumar, y como nuestros amigos son los grupos de referencia más importantes, a veces aceptamos.

Muchos de mis amigos se consideran como fumadores “sociales”. Sigo sin entender esta clasificación. Muy a menudo me dicen: “sólo fumo cuando salgo de fiesta” o cuando vamos a festivales de música afirman: “sólo fumo cuando estoy bebiendo”. Otras veces cuando vamos a tomar un café en una terraza me dicen: “Ahora me apetece un cigarro”. Entonces como consecuencia de una legislación que tenía como objetivo principal reducir el número de fumadores, el efecto sobre mis grupos de amigos en Irlanda fue todo lo contrario.

Quizá si los impuestos siguen aumentando, los jóvenes no van a poder permitirse el lujo de comprar 20 cigarrillos por el abusivo precio de 9€ (precio actual en Irlanda)…pero hasta ahora parece que pese a estas subidas, los jóvenes acaban consiguiendo dinero, incluso debajo de las piedras, para poder consumir. Por otro lado, si empiezan a aumentar los impuestos sobre los mecheros quizás la gente dejará de fumar…y la respuesta a la famosa pregunta será simplemente “no”.

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